Entrevista con Sri T. K. Sribhashyam
Por Stephen Brandon
Publicado en Harmony Yoga www.harmony.co.uk
Pregunta: Junto con su hermana, Srimathi Alamelu Sheshadri, ha escrito tres libros; Moksa-Marga: un itinerario en a Filosofía India; Bhakti: la quintaesencia de la Filosofía India y De la devoción a la rendición total: Saranagati Yoga. Los libros cubren de forma íntegra la Filosofía India y la práctica. ¿Planeó escribir los tres libros desde el principio?
Respuesta: Un editor se dirigió a mi para citarnos y me dijo: “Sribhashyam quiero que escriba un libro sobre Bhakti. Tanto para indios como para occidentales”. Al principio no quise hacerlo, en ese momento no tenía ni idea de lo que era sentarse y escribir libros, no era mi forma de enseñar. Después pensé que tal vez era correcto, así que empecé a escribir. Cuando terminé, el editor ya había fallecido y su hijo no creía que los libros encajaran con su programación actual. Afortunadamente, DK Printworld acordó publicar los trabajos en tres volúmenes. Llevó mucho tiempo escribirlo. Mi hermana me ayudaba desde la India, ya que tenía acceso a libros Sánscritos antiguos. Mi padre me aconsejó sobre qué escribir y a mantener algunos principios honrados. Me dijo, si quieres escribir puedes, no me dijo que debiera. Siempre que me encontraba con mi padre solía darme algunas indicaciones de forma indirecta sobre lo que escribir y me recordaba que me había llevado a todos los centros religiosos por lo que tenía una perspectiva muy amplia de la devoción; y no limitada a mi monaterio.
Al principio la idea era dar a conocer a la gente que todos los filósofos indios, independientemente del periodo, tienen una idea en la mente, la devoción.
Hay tres volúmenes porque el materia era demasiado para imprimirlo en uno solo. Si lo hubiera publicado en un volumen se hubiera titulado Bhakti. Ahora tenía que encontrar tres títulos que fueran juntos. Si no aspiras a Moksa (Liberación) no cultivarás Bhakti (Devoción). Primero introducimos lo que es Moksa Marga, y después el Bhakti y finalmente el Saranagati Yoga, el camino de la auto-rendición, que es el propósito final para nosotros. Estar absorbido en Dios o refugiarse en Dios es la fase final en la devoción. Esta es una de las razones por las que elegimos los tres títulos. Quiero decir que para un indio que lea los tres libros se dará cuenta por los títulos que el segundo viene después del primero, pero aquí en occidente, no conozcamos este orden en el sendero devocional.
Ves, cuando lees el Bhagavad Gita, el Ramayana, o cualquier otro libro del Hinduismo siempre terminas con Saranagati. Lo que quiero en mi vida es estar bajo el refugio, protección de Dios que nosotros llamamos Saranagati, no es sólo ofrecer todo a Dios sino estar bajo su protección. Normalmente este es la meta que los hinduistas buscan. Al final de cualquier oración que ofrecen hay este llamamiento: por favor acógeme bajo Tu refugio. Esto es lo que llamamos Saranagati, tal como el Bhagavad Gita, cuando Krishna le dice a Arjuna olvida todo el Dharma, todos los rituales, que toma refugio, ven y refúgiate debajo de mi. Esto es lo que llamamos Saranagati.
Los tres libros de Sribhashyam y Aamelu están dedicados a la venerada memoria de sus padres, Mucchukunte Sri T. Krishnamacharya y Srimati Namagiriammal.
Evocación de Sri T. K. Sribhashyam
Por Isabelle de Montmollin n°2
Traducido del francés por Marilyn Koan y Dominique Amsallem
En este sentido, me parece, que al principio algunos nos sentimos inseguros cuando tenemos que definir el tipo de Yoga que practicamos, porque la idea de Yoga que prevalece en Occidente no es la del linaje de nuestro maestro y nos lleva toda la enseñanza de Sribhashyam empezar a entenderla. De manera que a través de la experiencia que hemos aprendido lo que es el Yoga tradicional, lo que realmente preocupa. Ahora, el problema, en gran parte, es que la experiencia que tenemos es difícil ponerla en palabras, Sribhashyam nos ha transmitido algo esencial, algo que no es fácil de transmitir de maestro a discípulo, como un tema ordinario, como la física o mineralogía. Por lo tanto tenemos que jugar sutilmete entre la letra y el espíritu.
Por el lado de la letra nos hemos beneficiado de una enseñanza rica e íntegra, comenzando por un resumen de los Vedas, donde todo el pensamiento hindú está enraizado, al igual que las diferentes escuelas filosóficas que los siguen, y continuamos con el estudio del Samkhya, los Upanishads, el Bhagavad Gita, los Yoga Sutras y el Vedanta… hablando solamente del aspecto filosófico. Aquí tenemos una herramienta de gran valor para comprender el pensamiento indio, que ha llegado a ser esencial en un Occidente afectado por la necesidad espiritual. Pero asimilarlo bien no es la tarea más difícil y tampoco expresa lo mejor de esta tradición que nos ha sido transmitida, simbolizada por el pequeño marco del altar, que mejor se conecta con el espíritu, auqneu espíritu y letra son inseparables. Nuestra mayor responsabilidad es de hecho acceder a una profunda comprendsión de la devoción, en la que Sribhashyam nunca cesó de insistir y es esencial volver hacia ella, y ya no es suficiente aprender y transmitir literalmente. Se necesita algo más: lo primero, debe asumirse, cada día y casi en cada momento, lo que la devoción realmente significa en nuestra vida, lo que por supuesto pasa, pero sin terminar en ellas, a través de técnicas de concentración, pranayamas, meditación, en resumen, lo que todos hemos enseñado admirablemente.
Asimismo, en la música, aprender técnica y teoría es esencial, pero se debe apreender algo más, el espíritu de la música, el alma viva de la música. Lo mismo sucede con la enseñanza que hemos recibido. La tenemos que traer a la vida, como en la música, aquello a lo que hemos sido dirigidos para descubrir por la experiencia, bajo la guía de un maestro, y que nos conecta con el despertar de nuestra alma. Porque, se debe decir y enfatizar, para activar en aquellos que no esperar este despertar de tan incomparable naturaleza, y que constituye lo más particular y virtud sui generis de esta enseñanza. Aquí reside lo específico de esta escuela y patrimonio del cual somos los guardianes. Por lo tanto, lo que debemos hacer existir es esta “incomparable naturaleza” aunque sea en medio de grandes dificultades ya que pertenecemos al mundo occidental donde todo es trazado y calculado. Es por esto que la palabra con Sribhashyam empezaba en la estera, cuando solía decir que debíamos comer de nuestro propio plato, animándonos a dejar de comer con los ojos el de nuestro vecino, comparándonos con el otro, yendo contra la tentación de la comparación perpetua, un concepto fundamental en la vida occidental. Porque tal actitud nos divide de nosotros mismos y nos distancia del concepto central de Oriente, “conócete a ti mismo”. Esta instrucciones
aparentemente mundanas son, en realidad, de gran profundidad, susceptibles de ser meditadas por cada uno de nosotros a diferentes niveles.
(continuará…)
LA ESENCIA DEL YOGA (no 1)
Estelle Lefebvre
Traducido del francés por Brigitte Khan
Lo que es llamado la auténtica paz de la mente es la verdadera disciplina de los monjes, es la doma de la naturaleza de nuestra propia naturaleza, quien tenga este conocimiento logrará la paz”
Karika IV, Mandukyua Upanishad, verso 86.
La mente es infalible.
Contiene la memoria de nuestro completo pasado. Contiene la memoria de incluso antes de nacer. La mente refleja el mundo. Excepto en caso de una patología, nada se le escapa. Todo está allí en pequeños detalles, como un espejo que se coloca delante de un paisaje. Todo lo que se percipe y es experimentado se memoriza. La memoria es como una inagotable capa de eventos.
“Podríamos imaginar una bandeja en la que se coloca una hoja que representa fielmente cada momento de nuestra vida. Valoramos los eventos que nos marcan” Sri T. K. Sribhashyam
Estos valores emocionales generan movimiento en la mente, una intensa bruma que a veces impide la memoria de experiencias pasadas. Las memorias de nuestra niñez a menudo son innacesibles. Tómate un tiempo en recordar donde viviste, las caras de aquellos que te rodeaban, aquellos de tu infancia no de hoy. ¿Recuerdas la habitación de tu niñez con gran detalle, tus juegos favoritos?
¿Qué pasa de tus sueños infantiles, llenos de maravillas? Sí, esos sueños están en algún lugar de la mente. A veces somos reacios a recordar y recuperar nuestra alma infantil. Este tipo de sueño infantil es sin embargo un apoyo en nuestro enfoque espiritual. Colorea nuestra vida con maravillas con las cuales se impregna y nos guía hacia lo real.
Como un niño, sabemos.
Antes de que nos enseñen a atribuir nombres a los objetos. Mirar a los paisajes, el niño captura su fuerza.
El espacio es no-existente… el niño es el paisaje. Él evoluciona e un océano de plenitud.
Más tarde, cuando adquieren el lenguaje, se diferencia a sí mismo del mundo, se individualiza. Esta parte de asombro vive en sueños de todos los niños, sin excepción.
A veces es imposible comprenderlos. Al igual que es difícil capturar el primer pensamiento de la mañana. Los valores emocionales asociados con los eventos del día agitan la mente y hacen imposible acceder a ese primer pensamiento.
La solución sería calmar la mente
No estamos hechos para tener un campo mental innactivo. La función de la mente es llenar, estar en movimiento.
Movimeinto es vida. Todos nacemos con un fuerte deseo de vivir. La mente se aferra a la vida y por lo tanto lo que la pone en movimiento.
Aquí estamos: “Vivimos en un mundo de torbellino. Nuestra vida es sólo movimiento. ¿cómo pararla si nuestra vida depende de ello? No podemos parar el mundo, pero podemos parar el modo en el que lo vemos.”
Sri T. K. Sribhashyam
La mente es increíble, se adapta, se inquieta con la información, danza incluso a un tono más rápido, dejando incluso menos espacio para el silencio. Silencio, el único que abre la puerta de la verdad. Imagina una jarra llena de agua y sedimentos. El sedimento sólo se sedimenta si el agua deja de moverse. Cada evento valioso es una piedrecita que tiramos a la jarra, manteniendo el agua agitada y el sedimento en suspensión. Para acceder a nuestro primer pensamiento de la mañana, nuestros sueños infantiles, necesitamos encontrar un modo de calmar el movimiento del agua y mirar al fondo de la jarra.
La vida se hace así, páginas –con valor o sin él- llenan la mente constantemente. Estas páginas, como piedras tiradas a la jarra, inconscientemente reactivan actividades memorizadas emocionalmente. Para evitar estos valores emocionales molesten a la mente, debemos voluntariamente colocar una página sin forma ni valor. Esta página actúa como una gota clarificadora y calma el sedimento durante este ejercicio. Los eventos no se reactivan, y un sendero va cogiendo forma gradualmetne. Podemos ver el fondo de la jarra… el fondo de nuestra mente y capturar nuestros sueños infantiles, ese océano de plenitud.
“Si en la búsqueda de la verdad, encontramos la iluminación; ¿viene hacia nosotros desde afuera o ya estaba en nosotros?”
Sri T. K. Sribhashyam
La función de colocar una objeto sin forma ni valor la mente deja un velo de obscurantismo y nos guía hacia la realidad.
El yoga nos da las llaves para no desviarnos de lo que ya tenemos en nuestro interior.
La vida no es un largo y tranquilo río para nadie. Todos nos enfrentamos con dificultad, a veces eventos insuperables. No se trata de decir “todo está bien” en el medio de una de esas estruendosas tormentas. Hay un momento para cruzarlo, un momento para superarlo, después continuamos nuestro sendero.
“El yoga nos ayuda a modificar nuestros valores en relación a los eventos para superarlos mientras que preserva la claridad de nuestra mente. Nos enseña a mantenernos a una distancia de nuestras experiencias.”
Sri T. K. Sribhashyam.
Considerar el yoga una serie de sesiones posturales nos privaría de esa transformación interior al igual que la consideración intelectual de los textos de la Filosofía India. Una persona puede estar orgullosa de practicar sus posturas cada día o regodearse de los textos Sánscritos para nunca evolucionar incluso después de 30 años de práctica diligente.
(continuará…)
Traducido al español por Óscar Montero
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