La esencia del Yoga (nº 2)
Por Estelle Lefebvre
Traducido del francés por Brigitte Khan
“Hoy, ya no sabemos lo que es el yoga. Si alguien habla sobre el verdadero yoga, lo cuestionarían” Sri T.K. Sribhashyam.
El estudio de los textos de la filosofía india revela los tres componentes esenciales de nuestro proceso espiritual.
El yoga postural mantiene el cuerpo fuerte y sano, pero sólo representa el 10% del estudio.
Según la tradición india, el cuerpo es esencial para la búsqueda espiritual. La postura ya no es simplemente un instrumento para calentar o relajarse, sino una llave para transcender la materia, para transmutar “energías” de manera que reine la armonía. Donde el yoga busca estirar el cuerpo, abrirlo y fortalecerlo. Más profundamente, nutre el centro de cada célula manteniendo cada una de nuestras funciones vitales.
Las capacidades del cuerpo tiñen la mente. Cuando el cuerpo se ha fortalecido, la mente mantiene la voluntad, la perseverancia y el coraje, tres cualidades esenciales para abordar los ejercicios mentales del yoga. Estos ejercicios tranquilizan la mente, reducen su dispersión, calman su hiperactividad, y ayudan a controlar mejor las emociones.
Básicamente, estas prácticas regulares ponen distancia de lo que es efímero y nos enseñan desapego. El silencio mantiene su dimensión. El silencio es Satya, lo Real.
Nos adentramos en el mundo real.
La psicología, la filosofía y la devoción comparten el restante 90%.
“El cuerpo es esencial, sin embargo puede convertirse en un obstáculo si somos atraídos por las sensaciones. En la vida espiritual, debemos saber cómo apartarnos de las sensaciones corporales”. Sri T.K. Sribhashyam.
Para gestionar mejor esta atracción y nuestra sobrecarga emocional, las técnicas respiratorias o Prāṇāyāma y de concentración Dhāraṇa ayudan a limpiar la mente de nuestras experiencias, pensamientos, sentimientos y emociones.
Las técnicas respiratorias o Prāṇāyāma ayudan a reducir el flujo de pensamientos.
“La respiración está estrechamente relacionada con nuestro pensamiento. Cuanto más lento se respire menos pensamientos hay. Cada pensamiento despierta un valor emocional. La respiración lenta reduce el impacto entre un pensamiento y su valor emocional”. Sri T.K. Sribhashyam.
“Primero, nos sentamos, tomamos un momento para comprobar que la mente está tranquila. Esto puede llevarnos 2 minutos o más dependiendo de la carga mental”. Sri T.K. Sribhashyam.
“Un monje que tiene los ojos cerrados es el único que sabe lo que está pensando. Los demás piensan que está meditando” Enseñanza de Buda.
“No es el mundo el que viene hacia nosotros, somos nosotros los que vamos hacia él. En una segunda fase verifica que no estás siendo atraído por el mundo”. Sri T.K. Sribhashyam.
“En la India nunca se medita sin evocar a nuestros ancestros, maestros espirituales y al Dios”. Sri T.K. Sribhashyam.
La concentración Dhāraṇa, una enseñanza específica de la escuela Yogakshemam, purifica profundamente la mente de manera que puede servir para tu meditación.
“La concentración Dhāraṇa, reeduca nuestra visión de manera que va más allá de la dimensión en la que estamos condicionados”. Sri T.K. Sribhashyam.
“Para completar la meditación, agradecemos a los dos linajes” como una alabanza de gratitud.
La introspección y la reflexión nos permite reevaluar mejor el estrés emocional.
“Los textos exigen introspección, reflexión, aplicación y transformación interior”. Sri T.K. Sribhashyam.
Unos breves momentos de silencio mental y después introduce un Sutra, una enseñanza y medita. Permite que estás enseñanzas vivan en nosotros. Son el hilo de Ariadna de conocimiento infinito que existe en cada uno de nosotros.
El estudio de la filosofía india nos enseña la naturaleza del mundo y de los seres humanos para comprender mejor la vida. Nos provee de los medios para cambiar.
“Rectificar nuestra forma de ver el mundo, modificar nuestra conducta hacia los demás, sin odio ni resentimiento hacia ningún ser… Nuestra sociedad inyecta resentimiento. Podemos evitar rencores innecesarios.” Sri T.K. Sribhashyam.
Demos a nosotros mismos los medios para vivir estos momentos. “Podemos por casualidad leer un capítulo del Bhagavad Gita y reflexionar al respecto”. Sri T.K. Sribhashyam.
Sribhashyam le pedía a sus alumnos que reflexionaran sobre las nociones de Dios al margen de la religión, sobre lo que es inmutable en cada uno de nosotros, sobre el Alma, sobre la paz…
“Mientras no seamos felices de tener un Alma, no seremos felices con la vida” Proverbio indio.
“El contentamiento de nuestra Alma nos permite atravesar las dificultades”. Sri T.K. Sribhashyam.
Para dejar de ser dirigido por el olfato, por el miedo, o por el enfado… en cada una de nuestras acciones. Para encontrar serenidad, contentamiento inmutable.
El sendero del Yoga abre un sendero hacia nuestros sueños de la infancia para apoyarnos en nuestra búsqueda de lo que no cambia. Estos sueños traen luz en nuestra vida diaria y nos inspira constantemente para no olvidar lo inmutable.
“La verdad puede cambiar muchas cosas en nuestra vida” Sri T.K. Sribhashyam
Las puertas de la verdad se abren cuando el practicante explora todas las facetas el Yoga y hace el esfuerzo de aplicar este arte de vivir en todo momento. Por la mañana paseando, desayunando, en sus relaciones con su familia, amigos, colegas, en su trabajo, cuando enfrenta situaciones de la vida. Paso a paso, la esencia del Yoga nos dirige hacia Dios. El Dios no-conceptual, el que percibe un niño contemplando un paisaje, el que toca nuestros sueños de la infancia con la punta de un dedo.
Versión original escrita en francés.
Fin.
Evocación de Sri T.K. Sribhashyam (nº 3)
Por Isabelle de Montmollin
Traducido del francés por Marilyn Koan y Dominique Amsallem
Así es cómo empezamos a reenfocar, para vivir más cerca de nuestra alma y quizás de Dios… pero si los términos de “alma” y “Dios” conmociona, habiendo sido decretado por los intelectuales que Dios está muerto que y el alma es sólo una representación primitiva, podemos utilizar términos diferentes. Lo que es importante es la realidad que se revela y Sribhashyam insiste en esto…
Para resumir, nuestra inmensa responsabilidad es por lo tanto reavivar siempre la llama de este algo incomparable, en un mundo que esencialmente niega la posibilidad de ello, y ¡tal es la dificultad a la que nos enfrentamos! Hace mucho tiempo Elie Wiesel escribió: “Veo que… llegará un día y esto me asusta. El mundo perderá su estabilidad y el hombre perderá la razón… Diles que nadie será salvado ese día, incluso hombres como tú o yo. Tendremos que buscar en lo más profundo de nuestro ser para encontrar la chispa”. Buscar en nosotros la chispa: no podríamos estar más cerca del corazón de la enseñanza recibida, y es una responsabilidad para nosotros, más aún, ya que no estamos lejos del día del que habla Wiesel.
En conclusión, la enseñanza que recibimos se refiere a una actitud general ante la vida que nos induce, y la resumiría con la palabra respeto. En occidente, cuando el respeto era valorado, no tenía el mismo significado, el cual, en mi opinión, es parte de la tradición que celebramos hoy, porque era, sobre todo, una enseñanza moral: nos enseñaron a respetar, y obedecimos. Aquí, por el contrario, me parece contener la esencia misma de la enseñanza recibida, que despierta el alma de la que acabamos de hablar… Estamos abiertos a la parte más auténtica de nosotros mismos, todo está lleno de una vida sutil y se convierte en sagrado. No es romanticismo o idealismo sino superación, incluso pasajera, de los límites mentales que restringen el espacio. Somos uno con el reconocimiento de la unidad fundamental del mundo en Dios. De modo que la flor ya no es un simple objeto botánico o decorativo y el árbol se hace merecedor de amor y atención. Ya no podemos se descuidados. San Francisco de Asís lo sabía bien, “fraternizó” con el sol y la luna y habló con los pájaros. Me parece que esto es lo que Sribhashyam nos transmitió, ¡al igual que la devoción! Sribhashyam, cuando enseñaba en occidente, incluso en los círculos yóguicos, se enfrentaba y era herido por esta falta de respeto. Por esto nos dirigió nuestra atención al hecho de que la “esterilla” no es suficiente.
Respeto a todos los niveles, tanto si es el cuidado con el que tratamos a nuestra alma o cuerpo, como la atención amorosa que desarrollamos hacia toda la vida, incluso por los objetos – esta es una palabra que creo que mejor resume la enseñanza, al igual que la actitud de Sribhashyam, y no puede estar más en contra del nihilismo de nuestro tiempo. Por ejemplo, si el ecologismo suscita a mucha gente a respetar las especies, es sobre todo porque el hombre sabe que no las sobrevivirá. Aquí todo es diferente: cuando nos damos cuenta que estas cosas que nos rodean y que creemos que podrían usarse indefinidamente, hay muchas expresiones de Dios, el respeto se convierte en un de las ramas del amor …una delicadeza que existirá para siempre. Este respeto expresa uno de los efectos importantes de la devoción en nuestra vida, la devoción que es lo bueno que, fielmente a sus ancestros, Sribhashyam nos transmitió. Que brilla, al igual que la devoción, es quizás una tarea urgente en un mundo donde la corriente opuesta ha resultado ser una fuerza y amenaza sin precedentes.
Amar, respetar, básicamente significan también cuidar, a veces –y quizás frecuentemente- en un modo invisible y muy fino. En uno de sus últimos cursos Sribhashyam nos dirigió la atención al hecho de que en un Pranayama tal como Nadi Sodhana, llevarlo a cabo en el plano espiritual, no es sólo una cuestión de tomar, sino también de dar… De modo que recibimos durante la inhalación, y después ofrecemos en la exhalación lo que hemos recibido… Esto es quizás lo que también podemos hacer para actuar en nuestro alrededor a un nivel sutil. Dostoevsky dijo: “la belleza salvará al mundo” pero también dijo que el mundo era parecido a morir en bostezo de aburrimiento. En mi opinión,, este regalo invisible que nuestro maestro nos pidió que hiciéramos en un momento significativo de su enseñanza, desde que se sintió cerca del fin, es quizás una forma de trabajo, a un nivel humilde, para la belleza de la que hablaba Dovtoevsky – que podría salvar el mundo. Esta, es probablemente nuestra responsabilidad, como expresión de nuestra gratitud…
Versión original escrita en francés
Fin.
Traducido al castellano por Óscar Montero