Hoy me gustaría hablar de cómo y porqué el yoga vinyasa krama trabaja la mejora de la respiración, una función de suma importancia para nuestro cuerpo y nuestro bienestar.
Cuando practicamos yoga es muy difícil no caer en la tentación o en el error de ver la flexibilidad y el control corporal como uno de los grandes beneficios del yoga. Es lógico que las capacidades físicas llamen nuestra atención, nos entren por los ojos y nos motiven para empezar a practicar. Pero este no es el único ni el principal objetivo del yoga de Krishnamacharya. El yoga esconde muchos y asombrosos beneficios que están esperando por nosotros.
Lo primero que enseño a mis alumnos del Centro Yoga Victoria de León es ver la importancia de la respiración como función fisiológica y todos los beneficios que puede aportar con la práctica constante, para que entiendan todo lo que vamos a hacer a continuación. Así podrán ir experimentando los beneficios de cada movimiento, sus funciones, y cómo aplicarlos mejor en cada situación.
Cada instrucción en vinyasa krama está formada por dos componentes: la acción motriz de la columna vertebral o extremidades (flexión, extensión, torsión, etc.) y el movimiento respiratorio (inhalación, retención a pulmones llenos, exhalación o retención a pulmones vacíos) que va asociado. Este estilo de enseñanza se ve por ejemplo en el saludo al sol.
Tal como cuenta mi profesor Srivatsa Ramaswami, lo primero que aprendió y que más le sorprendió de su profesor Tirumalai Krishnamacharya, es que cuando le mandó elevar los brazos le indicó que inhalara. Y que inhalara produciendo un sonido en la garganta, ujjayi. Todos los demás profesores que había tenido en el colegio se habían limitado a enseñar posturas sin ninguna referencia a la respiración.
Desde la mismísima primera instrucción en vinyasa krama, se enfatiza en el uso de la respiración.
Teniendo esto en mente, tanto el profesor que enseña, como el alumno que trata de aprender y hacerlo bien, la práctica es una constante atención en mejorar la función respiratoria. Y a la vez va habituando a la mente a estar atenta en todo ese proceso de sincronización entre respiración y movimiento.
El vinyasa krama o tal como yo lo he aprendido de mi profesor, es un continuo ejercicio para mejorar la sinergia de movimientos del cuerpo con el movimiento de la respiración. Una sinergia que mejora ambas funciones, motriz y respiratoria.
La musculatura respiratoria hay que trabajarla, como cualquier otro músculo del cuerpo. De hecho son los mismos músculos del sistema músculo-esquelético que ayudan a muchos movimientos del cuerpo. Los intercostales, el diafragma, la musculatura abdominal, etc., requieren un tono, movilidad, estiramiento y vascularización constante para su óptimo funcionamiento. Y qué mejor manera de conseguirlo, que a través de la respiración.
En el Manual práctico de yoga vinyasa krama se dan los parámetros de cómo debe ser la respiración mientras se practica para alcanzar el domino de la postura. Estos principios son los fundamentos de la enseñanza de yoga de Krishnamacharya. Según Krishnamacharya, los parámetros de la respiración están indicados en los Yoga Sutras de Patañjali 2.47
prayatna-śaithilya-ananta-samāpatibhyām.
La perfección de la postura se consigue haciendo la respiración suave y profunda, con la atención centrada en la respiración.
En todas las traducciones de los Yoga Sutras que hay, en este aforismo ananta es traducida como a-nanta. “A” delante de una palabra, es negación. “Nanta” es finitud.
Pero Krishnamacharya, que era experto, no sólo en yoga, sino también en gramática sánscrita, filosofía Samkhya y medicina ayurvédica, tradujo “ananta” de manera diferente y única. Para él, ananta en este contexto no es a-nanta (no finito), sino “ana” como prana, apana, samana, udana, viana. Para Krishnamacharya ananta es respiración.
Lo principal de la respiración del yoga, que se pone de manifiesto en este Sutra y en lo que está basado el yoga vinyasa krama, es hacer la respiración suave y prolongada. El gran regalo que hemos tenido en este sistema cuerpo-mente, es que la respiración tiene un doble control, autónomo o consciente. Si queremos podemos vivir sin tener que preocuparnos por respirar, pero si queremos podemos tomar cierto control.
La respiración es el mejor modo de “hackear” el sistema nervioso central, hacernos con el control. Si la respiración se hace lenta, la mente se calma, si la respiración se agita la mente se acelera.
Entonces ahora viene la pregunta que les hago a mis alumnos cuando hablo de lo que estamos haciendo en cada movimiento y lo que podemos llegar a conseguir. ¿qué preferís: unos grados más en el rango de movimiento del hombro, por ejemplo, o tener control sobre el ordenador central y poner fin a la agitación mental?
El aumento de movilidad no está nada mal y cada día vas a ganar un poco más, dentro de unos límites funcionales. Recuerda que una articulación funcionalmente sana es aquella que es móvil y estable, la hipermovilidad reduce la estabilidad de la articulación, tiene que haber un equilibrio entre ambas.
Yo la respuesta la tengo muy clara, tanto como practicante, como profesor y como persona de a pie para el día a día. Tal vez si mi profesión fuera ser bailarín o contorsionista, la amplitud de la abducción de la cadera, por poner un ejemplo, sería una prioridad en un momento dado de mi carrera profesional o para una prueba de acceso.
Mi día a día no demanda que mi cuerpo tenga hipermovilidad articular o mucha flexibilidad, pero sí mantener un alto grado de atención en mi trabajo, estar en calma para solucionar asuntos, un determinado nivel de energía, capacidad de concentración, tener entusiasmo y motivarme, poner fin a la agitación mental, buenas digestiones, capacidad de relajarme para disfrutar de mi familia, etc. Funciones que se pueden regular a través de la respiración. Tomar el control de la respiración, permite tomar el control de las demás funciones autónomas.
En los próximos artículos explicaré más detalladamente cómo funciona este proceso. Por el momento, sólo recordar que este sistema de yoga da muchísima importancia a que cada movimiento acompañe a la respiración desde el minuto 1. Porque para reducir la agitación mental, la respiración ha de estar regulada, de 2 a 6 respiraciones por minuto sería un buen ritmo. Este es el alma del yoga vinyasa krama, o como yo entiendo el yoga de Krishnamacharya. Un sistema que a través de la respiración y el movimiento nos permite alcanzar control sobre nuestro bienestar sin efectos secundarios.